¿Por qué las superpotencias no se unen para derrotar al Estado Islámico?

26/Nov/2015

Eli Aljanati (Copredi)

¿Por qué las superpotencias no se unen para derrotar al Estado Islámico?

Hace un tiempo que vengo haciéndome la pregunta del título.
No parece ser un objetivo militar inalcanzable si fuera el deseo de Estados Unidos, Europa más Rusia, China y otros países (además actuando todos a la misma vez). Sin embargo, el problema no es militar, sino claramente político.
En primer lugar, ISIS no es el único problema de la zona y existen diversos intereses que impiden la creación de un frente común contra el Estado Islámico. Cada integrante de la potencial alianza cuenta con aliados y enemigos diferentes en la zona de conflicto, lo que dificulta la búsqueda de consensos. Por ejemplo, las diferentes visiones de los eventuales aliados sobre el papel del régimen de Assad. Otro ejemplo es la diferente relación que tiene Arabia Saudita con cada uno de los potenciales aliados. Y lo mismo sucede con Turquía.
En segundo lugar, existen conflictos entre los propios potenciales aliados.
Ejemplo: las relaciones Estados Unidos – Rusia. Existen diferentes visiones entre ambas potencias sobre como encarar el conflicto, su liderazgo, su grado de participación en el mismo y también sobre el futuro de Siria, su gobierno y las milicias opositoras.
En tercer lugar, poco se sabe de la actitud de China frente al Estado Islámico, pero dado que éste ha manifestado haber eliminado a ciudadanos chinos tomados como rehenes hace pocos días, es de esperar que sea parte de una futura coalición.
En cuarto lugar, la situación de Francia. Tras los sangrientos atentados de París, Hollande encabeza los esfuerzos para lograr la formación de una coalición con la mayor cantidad de integrantes. En dichos esfuerzos ha debido convencer al Reino Unido, quien pone énfasis en la limitación de la llegada de refugiados sirios a su territorio, pero se muestra más reticente al envío de tropas. Sin perjuicio de ello, está dispuesta a facilitar el uso de sus bases militares en Chipre para futuras incursiones aéreas de los eventuales aliados.
También existe resistencia en Francia a integrar una coalición, sin tener en cuenta quien habrá de liderarla, ya sea Rusia o Estados Unidos, lo cual no es menor para el gobierno galo.
En quinto lugar, la situación interna de Estados Unidos. En 2016 hay elecciones presidenciales y el Partido Republicano presiona a Barack Obama a asumir el liderazgo de la coalición, aunque éste se niega en forma rotunda al envío de tropas. Existen incluso divisiones dentro del Partido Demócrata que no desea que el tema Estado Islámico se transforme en una desventaja estratégica de cara a las elecciones.
En sexto lugar, la situación de Alemania. En el frente interno, el gobierno de Angela Merkel, sufre profundas críticas por su política de amplio apoyo a la llegada de refugiados. Por otro lado, en caso de integrarse a la coalición, sería la primera operación ofensiva de Alemania desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
En séptimo lugar, Arabia Saudita. El tercer mayor presupuesto militar del mundo, ve con preocupación el problema, pero aparentemente no sería su prioridad, sino la situación en Yemen, dada la participación de Irán (chiita) a favor de las milicias yemenitas (chiitas).
La monarquía sunnita de Arabia ve con temor dicho conflicto por el efecto desestabilizador interno que el mismo podría suponer.
En octavo lugar, Turquía está en estos momentos en conflicto con Rusia, por el derribo de un avión de combate. Además está interesada en acabar con el problema kurdo y no siempre su principal preocupación es el ISIS. Ha sido acusada de ser la vía de entrada de los combatientes europeos al ISIS. También han sido acusados ciudadanos turcos de ser quienes negocian el petróleo que el Estado Islámico produce y vende.
Finalmente, en noveno lugar, el gobierno iraní ha manifestado que el Estado Islámico ha sido “creado” por Estados Unidos para sembrar la discordia en el mundo musulmán. Además, habiendo firmado el acuerdo nuclear y ya levantadas las sanciones económicas, Irán pretende retomar su lugar como potencia regional.
El tiempo dirá como se arma este rompecabezas.